Cuando nacemos nuestro sistema inmunológico no está del todo desarrollado y solo es dentro de los primeros años de vida que se desarrolla completamente. Sin embargo, con el paso de los años a
medida que envejecemos este comienza a decaer.
Un sistema inmunológico que funciona bien es clave para una buena defensa contra organismos patológicos y al mismo tiempo tolerancia a organismos que no son una amenaza, así como tolerancia a componentes en la comida.